Según un estudio, consumir un ácido graso omega-3 podría detener un episodio de lupus y posiblemente el desencadenante de otras enfermedades autoinmunes.

 

La investigación analizó la influencia de varias concentraciones del ácido graso Omega 3 DHA (ácido docosahexaenoico) sobre las lesiones pulmonares y renales causadas por el lupus autoinmune. Los hallazgos indicaron que hasta el 96% de estas lesiones pulmonares se detuvieron con el uso de suplementos de DHA.

 

Este descubrimiento tiene una relevancia en el apartado fisiológico, en lo que respecta a cómo y qué tipo de aceite de pescado se debe incluir en una típica dieta occidental.

“Debido a que se produce en un ambiente controlado, el aceite de microalgas rico en DHA no contendrá contaminantes ambientales «, asegura el doctor James Pestka, profesor universitario de la Universidad Estatal de Michigan y principal autor del estudio. «Sin embargo, si se obtiene de un fabricante o proveedor de renombre, los omega 3 derivados de los peces pueden estar igualmente libres de contaminantes”.

Además, el énfasis en los ácidos grasos poliinsaturados omega 6 en la dieta occidental significa que el número creciente de personas sigue dietas deficientes en omega 3. «Dependemos en gran medida de los aceites vegetales que contienen principalmente omega 5», explicó Pestka. «No somos capaces de sintetizar omega 3. Por lo tanto, necesitamos consumir más omega 3 que contienen pescado o tomar suplementos de omega 3».

 

Detalles del estudio

El estudio preclínico examinó el efecto del DHA sobre la lesión del lupus en los pulmones y riñones de ratones hembra que ya estaban predispuestos genéticamente a la enfermedad.

 

Los ratones fueron alimentados con dietas que contenían 0,0, 0,4, 1,2 ó 2,4% de DHA. Dos semanas después de iniciar la alimentación, los ratones se expusieron a 1 mg de sílice cristalina (cSi02) una vez por semana durante un mes y se mantuvo en la dieta experimental durante un período adicional de 12 semanas.

 

Csi02, también conocido como cuarzo, es un conocido desencadenante de la respuesta autoinmune en los pulmones y los riñones. Los ratones fueron evaluados para marcadores de inflamación y autoinmunidad en los pulmones, sangre y riñón.

 

Resultados

Los resultados revelaron que ciertos anticuerpos en el pulmón fueron reducidos en número por consumo de DHA (0,4, 1,2, 2.4%) en 80, 98 y 96%, respectivamente.

 

La suplementación con DHA en las mismas concentraciones redujo el número de otras células inmunes en el pulmón en 41, 79 y 83%, respectivamente.

El autor del estudio, Jack Harkema, cree que el DHA puede estar modificando el método en que las células sanas, también conocidas como macrófagos, responde al sílice en los pulmones e incluso podrían estar cambiando la respuesta del sistema inmunitario.

 

Respecto a los resultados, Harkema dijo que «el 96% de las lesiones pulmonares se detuvieron con DHA después de ser desencadenada por el sílice. Nunca antes había visto una respuesta protectora tan dramática en el pulmón».

 

 

¿Terapia de enfermedades crónicas?

 

Un estudio ha sugerido que la suplementación dietética de ácidos grasos poliinsaturados de omega 3 puede suprimir e incluso revertir la inflamación inducida por células inmunes.

 

Estos lípidos dietéticos proporcionaron candidatos viables probados para la prevención o tratamiento de enfermedades inflamatorias crónicas.

 

«Aunque se debe enfatizar que nuestro estudio se realizó con ratones, un modelo preclínico, creemos que nuestra investigación aporta una nueva visión de cómo los omega 3 podrían bloquear el desencadenamiento ambiental de otras enfermedades autoinmunes o inflamatorias», dijo Pestka.

 

Por ejemplo, la exposición ocupacional al sílice se ha relacionado con la artritis reumatoide. Se ha demostrado que el consumo de omega 3 beneficia a personas con esta enfermedad inflamatoria que afecta a las articulaciones.

 

Las recomendaciones actuales establecidas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria identifican una ingesta de 250 mg de EPA + DHA por día para la población adulta en general con una dosis máxima tolerada de 5 g por día.

 

En la vida cotidiana, un ser humano comiendo 200 kcal / d requeriría 2, 6 y 12 g/día para correlacionar con las cantidades consumidas en este estudio.

«Las perspectivas futuras de este modelo deben centrarse en los efectos de consumir 5 mg/día de DHA o equivalentes humanos inferiores (es decir, menos del 2,4% de la ingesta total de energía) y considerar los efectos del consumo de DHA por los ratones propensos al lupus durante las primeras etapas de vida y la susceptibilidad a largo plazo a factores ambientales», concluyó el estudio.